Otro fin de semana que prometía ser bueno, aunque algo acojonados por la amenaza de lluvia (que no cayo ni una gota), los valientes moteros audaces y decididos partíamos dirección a Valderrobres. En el punto de encuentro nos estaban esperando el resto del grupo, y hasta allí nos desplazamos el caballero andante, el piloto aviador (con sus respectivas) y el punk de la cresta peinada. Comenzábamos la ruta, el día estaba algo fresco pero se podía soportar bien, una paradita en Morella para tomar un café calentito y a seguir la marcha. Una vez en Valderrobres había que inscribirse, después a montar las tiendas (que por lo visto estaban de rebajas cuando las compramos por que todos llevábamos las tiendas iguales), un buen almuerzo para cargar energías, y mientras unos nos pegábamos una siesta (necesaria), otros seguían disfrutando del ambiente motero que se vivía en el lugar. Por la tarde me tocaron Diana, había que degustar la tan esperada Jamonada, y eso hicimos, un paseito por el pueblo disfrutando de su casco antiguo y de su castillo y a cenar que ya era hora. La mañana del Domingo también amanecio soleada, volvimos a disfrutar de los últimos momentos de ambiente motero, almuerzo como de costumbre y a recoger el chiringuito que había que volver a casa. Una ruta preciosa, si Valderrobres es bonito los pueblos de los alrededores tampoco se quedan atrás, la concentración perfecta, la compañía muy grata y el viaje en moto.....mejor aun. Saludos moteros a tod@s.
Como de costumbre unas fotos para deleite del personal.
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